Última Milla

eCommerce 4.0: La problemática del reparto en las grandes ciudades

Madrid, 20 de febrero de 2018.- Cristóbal Agüera Montero (Manager de everis Initiatives – Logistics)

El crecimiento del comercio electrónico, junto con una mayor densidad de población en las grandes ciudades, el cambio de estilo de vida de sus habitantes y las necesidad de transformarlas en espacios más amables para el ciudadano de a pie, provocan que cada vez sea más urgente el poder encontrar soluciones a los grandes retos y problemáticas que el reparto de última milla plantea al negocio del comercio electrónico.

 Desde hace ya varios años, se lleva debatiendo dentro del sector de la logística de paquetería B2C los problemas que llevan implícitos el reparto de última milla en las grandes ciudades. Sin embargo, pese al esfuerzo de empresas, asociaciones y organismos públicos, no se ha conseguido definir hasta el momento un modelo de reparto que se antoje sostenible y escalable para las previsiones de crecimiento que a futuro registra el comercio electrónico en España.

Cabe destacar, que si bien en el año 1900 tan solo el 14% de la población mundial vivía en áreas urbanas, ya en la actualidad más de la mitad de la población mundial se congrega alrededor de las ciudades, y se espera que en el año 2050 sea más de un 70% de la población la que resida en las denominadas “grandes ciudades inteligentes”.

Esta concentración poblacional asociada al ya más que conocido crecimiento a doble dígito en los últimos años de la facturación del negocio del eCommerce (22,2% en 2016 con respecto al 2015, alcanzando una facturación superior a los 25.000 Millones de euros) no hacen más que agravar cada año la problemática en determinadas ciudades.

Si bien hace unos años existía una gran desconfianza en cuanto a la compra online, y tan solo se acudía a ella para productos muy concretos, hoy nuestro estilo de vida provoca que una gran parte de la población de entre 31 y 45 años que reside en las grandes ciudades acuda a la misma para la compra ordinaría del día a día. La falta de tiempo libre, junto con la mejora en el plazo de entrega provoca que muchos hogares compren gran parte de los productos de uso diario a través de este canal.

Por si esto no fuese suficiente, grandes ciudades (entre ellas Madrid) se encuentran en un proceso transformacional que persiguen adaptar la ciudad para convertirla en un entorno más amable para el ciudadano de a pie, limitando el uso del vehículo en zonas cada vez más amplias de la almendra central, y analizando fórmulas que permitan mejorar la calidad del aire, lo cual implica la necesidad de plantear nuevas soluciones para el vehículo de reparto de última milla (eléctrico, gas, híbridos, etc) con todas las restricciones que llevan asociados (autonomía, peso de carga útil, puntos de carga, etc). En la actualidad, hasta un 20% de las emisiones de NOx son originadas por los vehículos de distribución urbana.

En este escenario, algunas de los principales retos o problemáticas que podemos encontrar en el reparto de última milla son:

  • Saturación del tráfico en determinadas zonas de la ciudad
  • Más de un repartidor entregando envíos en un mismo domicilio el mismo día
  • Necesidad de realizar segundas entregas por la ausencia del destinatario
  • Necesidad de personal cualificado para el reparto en épocas de grandes picos de demanda (Black Friday, Navidad, etc)
  • Restricciones al tráfico de determinadas zonas de las ciudades
  • Necesidad de mejorar la calidad del aire y transformar las ciudades en espacios pensados para el disfrute del ciudadano
  • Necesidad de optimizar el espacio de llenado de los vehículos de reparto para una entrega más eficiente
  • Vehículos de energías alternativas que precisan ser mejorados, así como la infraestructura existente de puntos de recarga
  • Necesidad de alinear la legislación existentes entre las distintas ciudades

 

Por todo ello, la situación actual no es de fácil solución, siendo necesaria la combinación de muchas de las iniciativas que en la actualidad están siendo analizadas, así como la colaboración entre las diferentes empresas del sector, asociaciones y organismos públicos implicados.

Dentro de este enfoque, desde everis consideramos que parte de las iniciativas que serán tendencia en el sector en los próximos años son:

  • Acercar determinados productos al centro de las ciudades.

Esta solución no es aplicable a toda la tipología de productos, pero bien es cierto que para un producto de primera necesidad o de gran consumo permitiría acercar parte del stock hacía el consumidor final, no penalizando los plazos de entrega, pero sí evitando la necesidad del acceso de vehículos de reparto desde el exterior de la ciudad para cada uno de los pedidos, y permitiendo optimizar las entregas desde un mismo punto de origen.

Esta solución puede afrontarse desde diferentes perspectivas. Una de ellas es mediante el fomento de la Omnicanalidad, que permite a aquellos negocios que disponen de tienda física (además de la tienda online) realizar una gestión unificada del stock de sus productos (online Vs offline) y por tanto cada una de las tiendas se convirtiesen en un mini almacén urbano, ofreciendo además que el cliente fuese quien vaya a recoger el producto hasta la propia tienda evitando de esta manera envíos innecesarios.

En la actualidad, cada vez más son los comercios que disponiendo de dicha infraestructura apuestan por estos modelos.

Otra alternativa que se está estudiando con mayor fuerza cada día para suplir las restricciones que se esperan en los próximos años en grandes ciudades con la de Madrid, son las de crear mini almacenes de distribución colaborativos que permitan a aquellas empresas que no dispongan de espacios físicos propios el poder acercar dicho producto al núcleo central de la ciudad. Esta opción, si bien puede aportar eficiencia a las entregas del comercio electrónico, precisa definir previamente el modelo bajo el que dichos centro de distribución colaborativa son gestionados. Adicionalmente se suma la dificultad para encontrar locales que en dichas ubicaciones que puedan cumplir con los requisitos que dicha actividad requiere.

  • Consolidación de cargas

Otro de los problemas comentados anteriormente, era el de la entrega en un mismo hogar de varios productos diferentes, entregados por repartidores diferentes en un mismo día. Esto causa claras ineficiencias que podrían ser solventadas mediante la consolidación de entregas en un mismo punto que bien podrían ser los centros de distribución anteriormente descritos, y que desde los mismos, fuese posible ofrecer al usuario la recogida en persona, o bien realizar la entrega al domicilio de todos los envíos acumulados para un mismo destino. Para ello se haría uso de rutas prefijadas de entrega zonales mediante el uso de vehículos no contaminantes y previa verificación (dentro de lo posible) de la presencia del destinatario en el punto de entrega.

  • Reparto sostenible

Una vez hemos conformado una red de distribución y almacenaje de mercancía que permite consolidar el envío de productos, es preciso fomentar el uso de vehículos eficientes para la entrega hasta el hogar del destinatario final.

Para ello, el uso de vehículos eléctricos, utilización de bicicleta o incluso la entrega a pie cobrarían protagonismo, utilizando además los centros de distribución (o zonas cercana) como puntos de recarga.

Así mismo, para hacer más eficientes las entregas, sería de gran interés estudiar no solamente la necesidad de ampliar las zonas de carga o descarga, si no dotarlas de dispositivos inteligentes que permitiesen la gestión de la reserva de dichas zonas por parte de las empresas de reparto en determinadas franjas horarias mediante dispositivos móviles.

  • Reparto nocturno

Una vez hemos acercado o consolidado el producto a los núcleos urbanos (o incluso sin necesidad de ello), hay dos soluciones innovadoras que permitirían dar un paso más allá facilitando las entregas nocturnas.

Estamos hablando de los terminales automáticos de entrega de paquetería (CityPaq, CitiBox, Amazon Locker, etc), combinándolo con la tecnología ya existente que ofrece la posibilidad de abrir los soportales de comunidades de vecinos al repartidor mediante el uso de sensores y dispositivos móviles.

De este modo, un repartidor que se encontrase convenientemente identificado en el sistema, podría acercar dispositivo identificativo al portal de la vivienda que le permitiría la entrada a las zonas comunes (en un horario y durante un tiempo previamente estipulado) para depositar los envíos en el terminal automático instalado.

De esta manera, parte de los envíos de los clientes podrían esperar a ser recogidos por sus destinatarios a la mañana siguiente optimizando los tiempos de entrega y disminuyendo la congestión circulatoria en horario comercial.

  • Escuela de Repartidores

Adicionalmente a todo ello, se ha lanzado recientemente una nueva iniciativa por parte de la patronal logística UNO que sin duda permitirá profesionalizar aún más el sector, y sobre todo colaborar a dar solución a la correcta cualificación del profesional del reparto especialmente en épocas de grandes picos donde es preciso que las empresas amplíen sus plantillas para cubrir la demanda existente de envíos.

En última instancia, el repartidor es la imagen no solamente de la empresa que realiza la entrega, sino incluso del propio comercio electrónico que realiza la venta, por lo que poner foco en la calidad del servicio y la entrega solamente es posible con la adecuada formación y la estandarización de los procesos involucrados.

Modelos de este tipo no son de fácil implantación, y requiere solventar antes muchas interrogantes a nivel legislativo, redefinición de los modelos colaborativos entre empresas, y especialmente de modelos de negocio que permitan hacer rentables los nuevos enfoques a los que nos enfrentamos derivados de los cambios que se están produciendo y que aún están por llegar.

Por ello, es fundamental emplear el tiempo y los recursos precisos para fomentar la innovación, la tecnología y los enfoques colaborativos necesarios para abordar la transformación ante la que se encuentra el sector.